De la mano del director de cine Fernando Valdivia, un contraste inesperado es lo que propone la cinta Shipibo, en él se refleja la conmoción de un pueblo al ver una película de hace 50 años, cuando sus ancestros vivían en comunión con la naturaleza. con tradiciones y costumbres ya olvidadas. Ahora el pueblo es un sitio arrasado por la cultura urbana, con sus adelantos y pobresas. Donde los vestigios de su cerámica y el color de sus ropas son algunas de sus pocas costumbres sobrevivientes
.
.
Los pobladores adultos, se muestran consternados, los jóvenes parecen sentirse felices; ahora saben a ciencia cierta que pertenecen a una cultura propia, que tienen raíces, ya no es una leyenda contada por sus mayores, es la realidad plasmada en imagenes que les muestra de donde vienen , que son dueños de una verdad cultural rica en sabiduría y que supo respetar los bienes de una naturaleza hoy en día dilapidada y sometida a los peores abusos que el llamado progreso requiere.
