DESPUÉS DE PARTIR, QUÉ
Todos los días parecen iguales , menos, el día tan triste, cuando un ser amado parte de nuestras vidas. cual será el motivo por el cual nosotros todavía estamos vivos, y el porque y el dónde estarán nuestros seres queridos. eso queremos descifrarlo y solo somos seres humanos. Recurrimos a Dios , para ofrecerle nuestra súplicas por eso que llamamos el alma o el espíritu que sabemos poseemos, al ser el reflejo de nuestro Señor Todopoderoso. El jovencito, que fue asesinado o el partir de un hombre de 80 años aquejado de males incurables.Ellos son recordados y encomendados en las ceremonias que los hombres realizamos para nuestra propia tranquilidad.
La muerte, es simplemente eso y no requiere de nuestra anuencia para proceder, el ver el retrato del ausente amado inundan los ojos de lágrimas y nos coloca en nuestro realidad, aquel que ocupamos porque así lo deseamos . Recordamos al padre, que fue el motor que impulso nuestro bienestar, acaso se encontraría feliz de vernos como estamos en este momento , seguramente el nos recodaría los sueños que teníamos y que olvidamos por un puñado de monedas. Las circunstancias de los adultos no son las mismas que rodean a los jóvenes , pero, la vida es la misma para todos. Creemos y pensamos que echándole la culpa a nuestro novel conocimiento estamos a salvo, craso error, la vida es inexorable y no tiene matices, és y nada más. Recuerden, cuando la biblia nos relata el momento que Judas vende a Jesús, como le fue tirado el dinero al discípulo traidor, así, nosotros vendemos nuestros sueños e ideales por dinero y buscamos pretextos para seguir en ese camino. La muerte nos coloca sobre la verdad de nuestra vida.
Los padres, lloran al hijo que partió eternamente, preguntándose que pudieron hacer para evitar el trágico final . Y qué de los otros vástagos, como están ellos y que dicen ellos . Cómo es que puede ayudar a estos jóvenes entender la crudeza de la muerte, acaso, la reflexion entrara en su diario vivir, o cerraran los ojos y buscaran pretextos para no esforzarse en mejorar como personas como una ofrenda al hermano ausente. Cual es mi esfuerzo por superarme o como procuro perdonarme y perdonar para seguir adelante sin ninguna carga sobre mi espíritu. Recurro a mi Dios, al dormir o despertar, le cuento mi problema o converso sobre situaciones que no puedo entender. No existe edad para vivir o morir, es simplemente la realidad de nuestra naturaleza humana.
Cada día marcamos nuestro designio inexorablemente. Que la fría muerte sirva para darnos la tibia entereza por la vida, valoremos al ausente con nuestras propias acciones alejándonos de seres que nos quieran arrastrar a la turbulencia del desenfreno que nos llena de tristeza. Cuando a solas, nuestro ser interior nos dice que no estamos bien,que algo tenemos que cambiar, sepamos aceptar la verdad Y cuando las tentaciones nos enfrenten seamos cada vez mas fuerte que ellos, así, cada vez que la venzamos tendremos una batalla ganada a las debilidades que tengamos que aniquilar