La ciencia y sus avances tecnológicos han sobrepasado el progreso del hombre. Mientras el desarrollo de la tecnología aumenta la evolución del hombre ha quedado en segundo plano, estancada a expensas de ésta. Pero la tecnología no es la causa del problema. Es el hombre quien preserva esta situación con la falta de reflexión y la poca voluntad de capacitarse y aprender, relegándose a permanecer al margen del desarrollo. Un primer acercamiento para solucionar este desfase es buscar en el hombre mismo.El hombre es un animal de hábitos. Los hábitos representan casi el 50% de las decisiones diarias, fruto de las rutinas aprendidas no deliberadas o meditadas por el consciente, Están instalados en las neuronas cerebrales, heredados o desarrollados: escondidos, disfrazados, invisibles pero poderosos, adquiriendo día a día importancia vital en el desarrollo de la persona. Para entender los mecanismos del que se valen los hábitos, conviene recordar que por naturaleza el cerebro de un ser humano siempre se vea atraído por:
1. La búsqueda del placer.
2. Evadir lo que cuesta trabajo.
El placer es un motor vital, y una herramienta para que la especie sobreviva. Se cree que cuando los hombres primitivos conseguían alimentos en la lucha por sobrevivir se generaban emociones profundas. Esta herencia arraigada en los procesos cerebrales origina esta sensación de bienestar y placer que nos conducen a su continua búsqueda. La especie humana lucha constantemente contra su animalidad y ha podido desarrollar una neocorteza bien estructurada que le permite controlar sus emociones, pero también conserva en sus raíces el instinto de supervivencia.
Evadir lo que cuesta trabajo parece tener su explicación neurocientífica, el cerebro cuando crea nuevas redes neuronales implicadas en nuevas forma de pensar o de conducta, necesita más esfuerzo y energía, el cerebro de forma natural tiende a la conservación de la energía en forma de glucosa. Cómodamente utiliza las redes o conexiones ya creadas a través de un estimulo respuesta repetitivo producido anteriormente. Un nuevo hábito involucra un trabajo que el cerebro tratara de evitar, porque activará nuevos circuitos neurológicos y por ende generará mayor consumo de energía. Para llegar al punto en que un hábito nuevo se instale o reemplaza a otro se requiere cierta práctica prolongada, para fortalecer las sinapsis que conectan las neuronas activadas. Los estudios demuestran que, cuanto más tiempo pasa alguien esforzándose por cambiar, más durable será ese cambio.
Tenemos la capacidad para crear y cambiar positivamente nuestras vidas siempre, estructurar nuestro cerebro requiere de tiempo y fuerza de voluntad indomable. Esta automatización de los procesos mentales, mediante los hábitos, otorgara mayor espacio de memoria que permita reflexionar y alcanzar un nivel coherente a esta época. El proceso de pensamiento y razonamiento del hombre necesitan elevarse. La calidad y la capacidad de pensamiento del hombre tienen que sobrepasar las nuevas tecnologías ¨…cada persona tiene en su cabeza más conexiones que las que suman todas las redes físicas del mundo. (…) Una sinapsis, por sí sola, es más como un microprocesador -con elementos de almacenamiento de memoria y procesamiento de información- que un simple interruptor de encendido/apagado¨1. Nosotros somos lo que hacemos repetidamente; la excelencia entonces no es un acto, sino, el continuo cultivo del desarrollo humano donde la reflexión este por encima de los convencionalismos
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Bibliografía
1. http://www.santiagokoval.com/2011/04/27/el-hombre-y-la-tecnologia-del-hombre-moderno-al-hombreprimitivo/ para
http://www.inteligencia-emocional.org/
http://escuelaconcerebro.wordpress.com/tag/plasticidad-cerebral/
http://entremujeres.clarin.com/vida-sana/bienestar/cerebro-ejerciocio-neuronas-mente-agilidad-inversion-desarrollo-pensamiento-estimular-desafio-rutina-television-estres-gimnasio-correr-juegos-ingenio_0_1105089581.html
http://equilibrioydesarrollo.com/la-neurociencia-demuestra-que-cambiar-es-posible.html
http://adelamado.com/habito-del-bienestar/
http://www.spring.org.uk/2009/09/how-long-to-form-a-habit.php
