La
Educación a Través de sus Fundamentos
Carmen Rosa
Chinchay Bendezu
Curso. Historia de
la Educación
Facultad de
Educación.
Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
Lima, 8 de marzo de 2023
En este trabajo se desarrollan los principales aportes a la educación partiendo
del siglo XVI al XIX donde sus más conspicuos representantes han logrado a
través de los tiempos elaborar conocimientos educativos que sirven al hombre en
su bienestar individual y generacional, buscando siempre la formación del
hombre íntegro, autónomo y productivo. Para lo cual elaboraron
teorías y prácticas de modelos pedagógicos necesarios en el proyecto educativo
del niño. Por tanto, se dice que estos conocimientos
construyeron los fundamentos de la educación. Para conocer cómo se encuentran
estos aportes pedagógicos en la educación actual se verán si las principales
contribuciones todavía permanecen vigentes y cómo se encuentran. Se plantea que
estos aportes a la educación son fundamentales en los procesos de enseñanza-aprendizaje
que se imparten en aulas y que es necesario reformularlas. Por lo que se tomara
de forma cronológica:
La educación humanista y la pedagogía en los siglos XV al
XVII.
La educación y la pedagogía en el siglo XVIII: Rousseau,
Kant, Pestalozzi.
La educación y la pedagogía en el siglo XIX.: Fichte, Herbart,
Froebel.
A finales del siglo XV y
comienzos del siglo XVI, se inician grandes transformaciones sociales,
políticas y religiosas, que produce la ruptura con lo que entonces imperaba; el
mundo medieval, donde el centro del universo era Dios. Se desarrolla el Humanismo como movimiento cultural de filosofía
reflexiva donde es el hombre el centro sobre el que giran los ideales de
progreso educativo, cultural y moral que se extiende rápidamente con nuevas perspectivas
en todos los campos del conocimiento, entre ellos los ideales de la educación
pedagógica.
la aspiración máxima del
humanismo en la educación es la formación integral de la personalidad, del ser
y su plena realización como ser humano, y el cultivo de la sensibilidad para
desarrollar sus verdaderas potencialidades creadora, lo que puede lograrse por
medio del proceso de enseñanza aprendizaje, en el cual debe estar como un
indicador. (Sánchez y Pérez, 2017, p. 267)
El humanismo propone la
formación educativa del niño en un entorno provisto de tranquilidad y amor,
desterrando el castigo físico y cultivando conocimientos que en su crecimiento
sea capaz de generar bienestar cultural, moral, económico y científico para el
progreso de la humanidad.
En
el siglo XVII el humanismo en la educación llega a su plenitud, con el educador
y pedagogo Juan Amós Comenio, para quien la naturaleza es la guía del hombre,
pero que necesita de un método que le permita avanzar.
La idea del
método. Este se requiere para poder dar con el conocimiento del orden del
mundo, para poder poner en funcionamiento cualquier proyecto, para restaurar
cualquier caída o ruptura del mismo orden. Comenio hace una doble operación con
respecto al método: lo deriva del orden natural del mundo, pero lo transmuta, o
idealiza, como guía para la formación en los procesos pedagógicos. (Vargas, 2021, p. 71)
Comenio tiene fundamentos anclados
en la naturaleza, el método es la perfecta imitación de ella, porque: existe un tiempo específico para adquirir
conocimiento y el adecuado para estudiar, se debe según la naturaleza, partir
de lo general a lo particular. El
conocimiento debe ser gradual; iniciar con el entendimiento, recurrir a la memoria,
finalmente utilizar la lengua y manos, abandona la educación memorística para
proponer antes el entendimiento del conocimiento. El método sigue siendo el
sistema utilizado por el docente para organizar las actividades educativas, si
bien ya no en la naturaleza, sino en el método científico. Buscando un
pensamiento crítico y activo.
Asimismo, determina que la educación es la salvación
del hombre y por lo tanto es necesario que todos participen de él.
A
Comenio, por buenas razones, se lo considera primer promotor de la educación
para todos; esto es, mujeres y hombres han de ser educados, “deben ser
admitidos en las escuelas (…) todos por igual” (p.30); y esto en razón de que
“todos han nacido hombres (…)” (Vargas, 2021, p.77).
Con ello Comenio
propugna la idea de una escuela democrática unificada sin discriminación de
ninguna índole, al considerarla la salvación y felicidad de la humanidad. Se
adelanta al futuro para solicitar igualdad educativa, por ser de interés
primario para la vida humana, en el que incluye a la mujer, que en esa época no
tenía derecho a la educación.
Con estos antecedentes, que rompían
con toda una época de ostracismo educativo, llega el esplendor de los aportes a
la educación y la pedagogía.
Estamos
hablando del Siglo XVIII, “el siglo de las luces”, en el que el espíritu
filosófico abundaba en las maneras de pensar de los autores reconocidos que
aportaron en la creación del proyecto más ambicioso de su época: L'Encyclopédie. Se puede partir de la
idea de que estas pretenciosas labores de reunir los conocimientos cosechados
de la época comparten la idea de una didáctica de la escritura, en el que el
soporte educativo se expresaba para dejar un legado en torno a las tradiciones
morales y cívicas del pasado, que generación tras generación implementarían sus
enseñanzas. (Vivas, 2018, p. 4)
Las ideas y propuestas de eruditos
y filósofos de tiempos anteriores y los de la época toman un mismo cauce que
conduce a la unidad en el criterio de concebir la educación integral y humana. Fundamentos
que se arraigan como herencia a todos las teorías y modelos educativos que van
surgiendo y que toman de la fuente de estas concepciones para producir mejores
formas de enseñanza. Desde esa instancia, la relevancia de la educación se
vislumbra como una necesidad primaria para el crecimiento individual y
colectivo de la humanidad, infante, niño, joven y hombre toman diferencias de
acuerdo a su desarrollo natural. La integridad racional y la moral son la
unidad que se plantea para coadyuvar a un mundo racional y equitativo.
En ese contexto, Jean Jacques Rousseau, anuncia los
fundamentos de la educación tomados desde la naturaleza.
Rousseau
pensó, en el caso de la educación, en un modelo de educando desde la libertad,
sin prejuicios, sin alteridades materialistas que le perturben el estado
natural del hombre que conlleva en su actuar en el mundo la bondad y la piedad
como característica innata y, por lo tanto, natural. (Vivas, 2018, p. 4)
La naturaleza brinda la libertad y es quien otorga un
nivel superior, al servir de modelo-guía para el hombre capaz de elevarse sobre
ella sin ignorarla, sino siguiendo su movimiento natural. Destaca en este ideal
la libertad inalienable del hombre, que por naturaleza le corresponde y que no
es negociable bajo ningún aspecto, un valor que permanece en aulas y que es
necesario reforzar continuamente en su verdadera esencia ética y moral.
Rousseau propone al niño y su naturaleza como el
centro de la educación, sobre el cual debe girar los cuidados respetando sus
etapas de desarrollo.
Dentro
de las ideas claves de Rousseau, conviene subrayar la noción de derecho
infantil o juvenil, así como el acatamiento de las etapas de desarrollo y sus
implicaciones, de esta manera el maestro y la educación debían ser respetuosas
de las formas específica de la naturaleza que subyacían en cada una de esas
etapas, permitiéndosele al niño experimentar la libertad que posibilitara la
estructuración subjetiva desde sus vivencias. (Orozco, 2022, p. 115)
Este
principio marca la importancia que se le debe prestar al niño desde su
nacimiento inspirarlo según sus intereses y capacidades para despertar
naturalmente su deseo de aprender en forma gradual, divertida, respetando el
periodo de aprendizaje según su edad, dejándole ser en todas sus
manifestaciones al considerarse al niño por naturaleza bueno y por lo tanto
solo necesita ser encauzado en la verdad y la razón. atendiendo su formación.
Rousseau, también aporta tres fundamentos importantes a
la pedagogía de la escuela activa:
Primero,
es acertado afirmar la influencia que las ideas de Rousseau a los preceptos del
modelo pedagógico de la Escuela Activa
son evidentes en su práctica pedagógica. La idea de la naturaleza
humana como el andamiaje sobre el cual se construye el aprendizaje, basado en
la experiencia que guía y orienta hacia lo más conveniente. (Vivas, 2018, p. 87)
Rousseau
plantea una práctica pedagógica que se ocupa de los niños, creando materiales
para permitirles el manejo y la experimentación, provocando su interés al
estimular sus sentidos. Es la escuela que sigue al niño y lo impulsa al
conocimiento, mediante la actividad, que le permite aprender por experiencia,
es el antecedente natural de la didáctica científica de Friedrich Froebel.
Segundo,
Rousseau influye en los fundamentos de la construcción del currículo. El aporte de Rousseau al modelo
pedagógico de la Escuela Activa es la articulación entre la Escuela y la vida
del educando; esto, como fundamento curricular, es lo que se llamará como
currículo abierto, es decir, unos contenidos, objetivos, recursos y demás
elementos constituyentes del currículo, abiertos a las posibilidades de que el
educando aprende, se motive y sea feliz. (Vivas, 2018, p. 87)
Con su pedagogía marca
objetivos para cada etapa del desarrollo del niño, formula lo que debe ser la
resultante de esta forma de enseñanza, como se procede y de qué forma se ven
los resultados obtenidos. Estos precedentes así concebidos en la filosofía
naturalista sirven en el fundamento del currículo actual.
Tercero,
el desarrollo de las potencialidades
cognitivas del educando, que se basa en la libertad, en el
dejar-ser-hacer, pero sobre todas, en preservar la naturaleza humana que es el
objetivo educativo de Rousseau, a partir del respeto por la edad del niño y su
progreso en el tiempo presente. (Vivas, 2018, p. 87)
Rousseau plantea el
ideario de la búsqueda de un futuro ciudadano libre, el aprender por la propia
experiencia y comprensión: dejar, ser, hacer. El preámbulo de la escuela
activa.
Ahora bien, para iluminar esta época, Emmanuel Kant da
un paso más en el conocimiento del hombre respecto al ideario de su porqué en
la vida. Para él, la educación es el fundamento del proyecto para alcanzar la perfección
humana.
Así pues, la educación
disciplina a los sujetos al constreñirlos a los preceptos de la razón y los
expone al acto educativo desde sus primeros años para que su incultura, junto
con su inclinación natural a una libertad caprichosa, pueda ser desbastada y
sean formados como seres humanos porque, reiteramos, Kant dice que: “únicamente
por la educación el hombre puede llegar a ser hombre. No es, sino lo que la
educación le hace ser”. (Priego, 2022, p. 101)
El hombre para serlo
tiene que emerger desde la educación, así entonces, el hombre podrá lograr
dominar su irracionalidad natural utilizando la disciplina para alinearse a la
demanda de los procesos de enseñanza. Sin disciplina la educación no encuentra
el campo fértil para poder incrementar la autonomía del niño. Hoy esta es uno
de los problemas que se presentan en aulas, los niños se sienten libertos e
inmunes a la disciplina y los docentes se encuentran atados a directivas de
sobreprotección al alumno.
Entonces, Kant se proyecta al futuro, al proponer para
las generaciones venideras un hombre salido desde la educación como un ser íntegro,
capaz de asumir los retos que se presente y que se proyecte para bien de la
humanidad.
El
hombre racional, tal como aparece bosquejado en Fundamentación de la metafísica
de las costumbres (Kant, 2007b), era más bien un ideal educativo, un proyecto
humano general que no es producto de la naturaleza, sino una acción educativa
como acción humana. No obstante, este hombre tampoco se constituye en el fin de
la historia, sino que es él quien, en su condición racional tiene el deber de
construir los fines de la historia y realizarlos según sus arreglos. (Heredia, 2020,
p. 18)
El filósofo, marca la importancia
que tiene la educación para el presente y futuro de la humanidad y que rige con
los lineamientos educativos que el hombre necesita según la época en la que se
encuentre. Este fundamento es necesario desempolvarlo en el sistema educativo,
se le ha relegado a la inmediatez de formación mecánica y técnica sin opción a
ideales con proyección humanística.
Así,
educación pensada por Kant, propone cuatro objetivos que pueden conducir al
hombre alcanzar la libertad de su ser.
formar
un hombre disciplinado o con dominio de sus impulsos, cultivado o apropiado de
la cultura y sus contenidos, civilizado en términos de buenas maneras de
relacionamiento y moralizado en tanto puede discernir los buenos fines en su
accionar, para lograrlos, Kant propone transitar de una coacción mecánica que
implique sumisión y obediencia pasiva, a una coacción moral que acuda a la
reflexión y libertad. (Orozco, 2022, p. 114)
Para este filósofo, es la formación del hombre moral
el fin de todo el proceso educativo. La disciplina y la instrucción desarrollan
las capacidades humanas básicas del individuo en su inclusión social y están
sujetas a la formación del hombre íntegro que requiere ser racional y moral. Es
la instrucción mecánica que sale de su inicio de sumisión a la acción de la
realidad bajo la coacción de la moral, que es quien lo impulsa a la reflexión y
libertad humana. En esta época crítica de una humanidad, desorientada en el
vaivén de la inmensa cantidad de información, las concepciones idealistas de
Kant son necesarias de volverlas a estudiar, ahora replanteadas bajo los nuevos
conocimientos que la ciencia ha encontrado para el estudio y desarrollo del hombre.
Corolario de esta época luminosa para la pedagogía, Johann Heinrich
Pestalozzi, lega para la humanidad una concepción nueva de
educación, que se aleja de la escuela tradicional, para proponer una nueva forma
de enseñar, sustentándose básicamente en el humanismo.
Se debe tener
presente que el fin último de la educación no es la perfección en las tareas de
la escuela, sino la preparación para la vida; no la adquisición de hábitos de
obediencia ciega y de diligencia prescrita, sino una preparación para la
acción independiente. Debemos tener en cuenta que cualquiera que sea la clase
social a que un discípulo pueda pertenecer y cualquiera que sea su vocación,
hay ciertas facultades en la naturaleza humana, que son comunes a todos. (Sánchez y Pérez, 2017, p. 268)
Pestalozzi
se
enfoca a la formación de un niño libre desde la ciencia. Su sistema pedagógico
de enseñanza objetiva alejada de la memorización, es la que guía los educandos
sin discriminación alguna. Esta pedagogía está inserta en las aulas educativas,
el niño es guiado en el proceso de enseñanza –aprendizaje, para que le sirva en
la preparación de una vida saludable en el que tenga cabida su auto-realización
y la de sus congéneres.
La
nueva escuela que propicia Pestalozzi, nace desde la forma diferente de enfocar
las necesidades del niño.
Este
nuevo modelo se diferenció de la escuela tradicional por sus concepciones
básicas y los nuevos métodos empleados para transmitir el conocimiento. No se
refiere a un solo tipo de escuela o sistema didáctico determinado, sino a todo
un conjunto de principios diferentes a los existentes en la escuela
tradicional. Esos principios derivaron generalmente de una nueva comprensión de
las necesidades de la infancia, desde la visión de la biología y la psicología
y se ampliaron, a las funciones de la escuela frente a las nuevas exigencias de
la vida social (Aguiar, Rodríguez, 2017, p. 9)
La
ciencia es incorporada a los fundamentos educativos, en pro de lograr un nuevo
individuo autónomo y responsable, educado desde los conocimientos científicos.
Es un gran reto enseñar a los niños de esta nueva generación que muchas veces
sobrepasan al docente, lo que debe conducirlo a prepararse un paso más adelante
en sus temas, generalmente los niños ya tienen algún conocimiento debido a la
gran cantidad de información que circula por los medios.
Uno de los grandes
aportes, de este insigne pedagogo, es el uso de la didáctica como método de
enseñanza “Para Pestalozzi la clave de la didáctica se encontraba en tres
aspectos fundamentales:
1. La intuición
2. El desarrollo integral de las capacidades del niño y
3. La enseñanza
activa en oposición a la memorización. (Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua.
2020, p. 18)
Él indica que se debe enseñar a
partir de la curiosidad natural para que el niño evolucione las fuerzas de su
inteligencia. El saber filosófico de Pestalozzi orienta la totalidad del ser,
físico e intelectual, en tres estamentos: la cabeza en el uso del raciocinio
natural cultivado en el conocimiento, el corazón con la intuición y la moral,
la mano con la práctica del conocimiento, todo esto en conjunción con la
realidad concreta que circunda al educando. El saber unido al hacer que determina el ser,
es lo que Pestalozzi propone como método de aprendizaje para lograr una
educación que determina la forma de interactuar en el entorno de la sociedad. Este
modelo de pedagogía tiene múltiples actividades en los ámbitos educativos, un
ejemplo muy pequeño es como se articulan las presentaciones grupales donde
partiendo del conocimiento los miembros acuerdan y presentan trabajos guiados
por el conocimiento, unidos por un consenso y realizadas de mutuo acuerdo.
La
educación integral que proponía Pestalozzi también se refiere a los cuidados
que se deben dar al cuerpo humano.
La
educación física también tiene un objetivo práctico en la pedagogía
pestalozziana. Partiendo
de los ejercicios físicos intrínsecos al ser humano, que el autor denomina
gimnasia natural y espontánea, se une una
educación física planificada y sistemática, orientada por el educador. (Almeida, 2017, p. 23)
Unifico
los ideales del humanismo, que proponía la formación integral del hombre;
cuerpo y mente. Asume que el cuidado corporal mediante la educación física
otorga más autonomía y fortaleza en la vida normal del niño, propuesta que se
gestiona en todas las instituciones educativas como parte integral de la
formación del alumno, educación al que no se le da la importancia que amerita
pues debiese ser promocionada más activamente desde la ciencia en los aspectos
relevantes que concierne a técnicas y disciplinas que contribuyan a la
formación física y emocional del estudiante.
La
sapiencia de Pestalozzi también se da en el aspecto laboral, aunque no obtuvo
los resultados que esperaba en su experiencia, sentó las bases en la necesidad
de formación autónoma para la vida mediante el trabajo
la formación iba dirigida a proporcionar las
destrezas necesarias a los niños para trabajar en el hilado y el tejido de
algodón, y con los resultados de su trabajo autónomo, poder costear su
formación. De esta manera, se educaba al hombre para el trabajo, para cubrir
sus necesidades en un mundo que ya empezaba a notar las plagas sociales del
proceso de industrialización. (Almeida, 2017, p. 20)
la
autonomía del niño mediante el trabajo y prepararlo para hacerle frente a la
demanda de un mundo indiferente y cada vez más demandante es la propuesta de
este noble pedagogo que ve los riesgos de una niñez en abandono y que necesita
herramientas para enfrentar la vida. Hoy esta labor se ve reflejada en los
talleres de formación técnica que se imparten en los colegios y en los centros
especializados de educación técnica para el emprendimiento de los jóvenes, como
parte de su desarrollo integral e incorporación a la sociedad.
También,
Pestalozzi centra su atención en el entorno primario donde empieza a gestarse
el desarrollo total del ser.
La educación
integral del sujeto (cuerpo y mente), como fin último de la pedagogía, tiene su
primera fase de desarrollo en el entorno familiar. Al terminar esta fase, el
niño habrá adquirido cierta autonomía, y esta autonomía se manifiesta de una
manera natural en tres formas: una forma moral, con la independencia del
corazón; una forma espiritual, con relación al pensamiento y una forma física,
con la independencia corporal, centrada en la necesidad de desarrollar las
capacidades motrices. (Almeida,2017, p.
22)
Pestalozzi
sostiene que la base del educando viene de quienes lo rodean desde su
nacimiento, la familia da el soporte al niño, la moral, el raciocinio y el
cuerpo físico ha de cultivarse primeramente en la familia, y designa a la mujer
como la encargada de realizarlo en sus inicios, en calidad de su instinto
maternal natural que sirva de sostén emocional para la niñez. Es por esto, que
la mujer es quien regenta el cuidado de los infantes y mayormente enseña la
educación primaria, preparando al niño emocional y racionalmente para luego pueda
cimentarse y desarrollarse. Protegiendo de esta forma la pureza emocional del
niño al fortalecerlo y prepararlo para su formación disciplinada en el
conocimiento de la que se desprende en la voluntad y capacidad de poder erigirse
en un ser libre y autónomo.
Con Pestalozzi se sientan las bases de la
pedagogía moderna. Su sistema de enseñanza objetiva ha sido el punto de inicio
de las innovaciones realizadas en el tiempo, que asientan aún más los
principios enunciados por este insigne pedagogo.
Así
la educación recibía grandes aportes pedagógicos, y en el siglo XIX, nuevos
estudios acerca de las necesidades de la humanidad en el campo del conocimiento
incorporan cambios profundos desde la ciencia. En primer lugar, sobresale la
figura de Johann Gottlieb Fichte, quien bajo la influencia de Kant y Pestalozzi
propone la educación y la pedagogía como proyecto nacional.
Por eso, la
educación ha de ser, desde el punto de vista de Fichte, la formación del sujeto
en una determinada nación, de tal forma que el sujeto no pueda querer algo
contrario a la libertad intersubjetiva y nacional. Entonces, para llevar a cabo
esta formación pedagógica, es preciso que el Yo se desenvuelva en un ámbito
nacional. Aquellos individuos con quienes el Yo actúa también son sujetos, los
cuales tienen efecto, en virtud de su actividad en el mundo empírico y espiritual,
en este, y este en los demás. (Chaves
et. al. 2021, p. 55)
La
educación como parte de toda evolución del hombre es una de los ideales de
Fichte, quién sujeta la acción de la formación educativa a la necesidad de
fortalecer a la nación, los fines son ahora especificados dentro de un proceso
de identidad que liga al hombre a todo su entorno. Para Fichte un proyecto educativo
pedagógico nacional es necesario para formar seres libres dispuestos a
preservar y ampliar la identidad nacional, cuyo resultado sean ciudadanos
autónomos con un pensamiento comunitario y político guiado por el bien común. Este
ideal tomado en el amplio contexto de libertad e igualdad universal, puede
conducir a un sistema educativo forjado en el afán de conseguir el conocimiento
y aceptación de la identidad multicultural y diversa de la nación en ciernes, con
personas libres, comprometidas y solidarias con su entorno nacional y mundial.
Entre
las concepciones más importantes propone la educación superior según las
capacidades de la razón en el conocimiento;
Fichte distingue
entre la educación nacional y la educación superior (Gelehrtenerziehung), la
universitaria, la dirigida a los que han de convertirse en eruditos
(Gelehrten). Ésta se apoya en la primera, mas no es para todos los ciudadanos,
sino sólo para aquellos más capacitados, los que muestren: “dotes excelentes
para aprender y una inclinación muy marcada hacia el mundo de los conceptos”,
pero sin diferencia de clase social o económica. (Rivera, 2020, p. 159)
Esta separación de los más preparados para aprender los conceptos de la
educación, es básicamente para otorgarle una misión; estudiar para promover el
saber de la razón necesaria para el bien de toda la nación, donde el beneficio
esta dado en función de una distribución educativa equitativa para todos, algunos
con labores de la razón, otros con trabajos manuales. Es el ideal del beneficio
educativo nacional, que en la actualidad se encuentra relegada a concepciones
globalizadas e individuales, alejada de los ideales nacionales que construyan
proyectos a largo plazo en la formación de generaciones acordes a las
necesidades reales de un país en formación.
Luego,
con este contexto de nuevas perspectivas, el progreso educativo sigue su
evolución a la par que la revolución científica que se produce en la época. Y desde
esa instancia, surge la pedagogía científica de Johann
Friedrich Herbart.
la pedagogía nació
con una aspiración sistemática –que ha ido cediendo en el transcurso del
tiempo– de modo que, bajo la doble perspectiva de la psicología y de la ética, se
buscaba ordenar todo el conocimiento educativo en aras de la mejora de la
humanidad, pero pasando por la individualidad, primer objetivo de la pedagogía
herbartiana. (Vilanou,
et. al. 2018, p. 225)
Herbart,
individualiza y observa, para proponer una educación desde la ciencia. La pedagogía basada en la psicología se
propone como formadora del espíritu, plasmando el ideario de un nuevo ser en el
que la formación moral y luego los conocimientos forman un todo educativo. Los
llamados métodos nuevos ya formaban parte necesaria en la educación desde la
época contemporánea, al ser estos construidos a la par que la psicología del
niño.
Herbart, expone formas de
asimilación en la estructura de la psicología del niño, entre ellas destaca su
idea de la apercepción, que propone como la forma en que se realiza el proceso
de incorporación de las ideas. “la actividad psíquica constituye una lucha de
representaciones, que son como átomos, y poseen un carácter dinámico de manera
que mientras unas emergen, otras retroceden a través de la apercepción” (Vilanou,
et. al. 2018, p. 226).
Con
esta conceptualización, cuando la conciencia recibe una nueva representación,
emergen a su encuentro otras semejantes que ya se encontraban con anterioridad,
por ello, la instrucción educativa debe trabajar en base a representaciones
conocidas por el niño, metodología muy utilizada en la introducción de saberes
o lluvia de ideas, que se utilizan en las aulas educativas.
Este
modelo de educación propuesta desde la ciencia, tiene tres aspectos
importantes: el gobierno, la instrucción y disciplina.
concentra sus
esfuerzos en fundamentar procesos articulados a la formación, la cual, asume
desde la triada: gobierno/instrucción/disciplina. El gobierno es asumido como
mantenimiento del orden conductual de los niños y jóvenes, para lo cual debe mantenérseles
activos, o bien, ocupados…La instrucción tiene por fin, como toda la educación,
la virtud, o sea la “fuerza de carácter de la moralidad”. El medio esencial de
aquélla es el interés, o mejor la “multiplicidad del interés”. Para que la
instrucción pueda penetrar en las representaciones del alumno han de abrirse
todas las puertas del espíritu. La idea del interés es una de las más
fructíferas de Herbart, los intereses sirven como de motores, o estímulos para
la acción, y se refieren al mundo de la naturaleza (conocimiento) y al mundo de
los hombres (simpatía). (Orozco, 2022, p. 117)
Para
éste filósofo, el gobierno es el orden externo que debiese tener el niño
preparado para la instrucción, donde para que ésta funcione activamente es
necesario construirla en el espíritu, para ello propone, tomar del niño la
curiosidad que se despierta del interés de situaciones que llaman su atención y
que le son conocidos, aprovechando ese momento para verter los conocimientos
mediante la instrucción y la disciplina. En las aulas esta propuesta es
generada como parte de la base del entendimiento del conocimiento; orden-actividad,
interés-instrucción-y la disciplina, esta última que necesita ser replanteada
desde la filosofía con ayuda de los nuevos conocimientos científicos que le
aporten mayor eficacia y que sea perenne en el andar educativo.
Ésta
disciplina que se propone es la conceptualización heredada de Kant.
la disciplina
Herbart es fiel a la fórmula Kantiana según la cual la educación comprende la
disciplina y la instrucción en vistas a la moralización, aunque, como hemos
avanzado, se distancio del formalismo del imperativo categórico para optar por
una solución estética –una especie de ciencia de la sensibilidad estimativa-ya
que, en última instancia, la voluntad es aprobada o reprobada por nosotros
mismos. (Vilanou, et. al. 2018, p. 228)
La
disciplina vista con la perspectiva científica, centrada entre el rigorismo de
Kant y el naturalismo de la época, valida un proceso de enseñanza-aprendizaje
que busca más que un conocimiento: la formación de seres pensantes y autónomos
con formación moral. En aulas de secundaria, ya la filosofía ha dejado de ser
impartida, dejando un vacío en la formación para la vida del educando y a la
postre de toda la sociedad.
Finalmente,
se consolidan los principios educativos cuando, surge la figura de Friedrich
Froebel, con la experiencia de sus antecesores, remarca la importancia de las
capacidades del niño en su desarrollo como eje de la educación integral.
La educación ideal
del hombre, según Fröebel, es la que comienza desde la niñez. De ahí que él considerara
el juego como el medio más adecuado para introducir a los niños al mundo de la
cultura, la sociedad, la creatividad y el servicio a los demás, sin dejar de
lado el cultivo de la naturaleza en un ambiente de amor y libertad”. Esta
estrategia es implementada tras la consideración de las diversas
características del párvulo. (Valencia, 2019, p. 15)
La actividad y el entorno del
niño es importante, y puntualiza la necesidad de preservar la niñez en su inicial
desarrollo natural. En esta época, ya es
conocida la necesidad de las guarderías de infantes, donde las madres que
trabajan dejan al niño a cargo de un personal que debiese ser calificado en
educación y pedagogía infantil para que pueda suplir el ambiente de hogar que
reclama Froebel, para la formación adecuada de los niños.
Sin embargo, su mayor aporte es en la etapa de lo que hoy
se llama educación inicial.
Mediante el juego los niños experimentan, conocen,
exploran y su aprendizaje es mucho más provechoso, dinámico y divertido. En
esta etapa se debe explotar los conocimientos previos que el niño tiene y
mediante el juego ellos adquirirán nuevos conocimientos partiendo de la
cotidianidad. Por otra parte, dentro de los
juegos los niños potencian sus habilidades mentales, cognitivas y lingüísticas
ya que el juego le permite adquirir estos aprendizajes de una manera lúdica y
dinámica. (Valencia,
2019, p. 23)
Es así, que, mediante la
actividad, Froebel pone en marcha la pedagogía para infantes; la actividad
mediante el juego que induce a la creatividad y comprensión del niño para el
conocimiento de su propia realidad. La etapa preescolar es de vital importancia
para la formación del niño. El juego, la
disciplina y el trabajo activo son los estandartes en el que se resumen los
principios y aportes filosóficos y psicológicos de la época. La educación
inicial tiene como base esta metodología froebeliana; juegos, juguetes y actividades
lúdicas
Para
poder lograrlo, Froebel utiliza el método pedagógico activo y natural, y se
vale de la didáctica mediante el uso de juguetes.
En 1836 fundó el
Instituto para la educación del impulso activo de los niños. Fue un
establecimiento destinado a crear y confeccionar, materiales didácticos
pensados especialmente para preescolares: juguetes educativos (dones), de
formas geométricas para realizar construcciones, mosaicos, cuentas de
diferentes formas, bastoncitos, muñecas, etc. Acompaño este material con
indicaciones para asesorar a las madres en su aplicación y las completo con
ediciones de poesías y canciones. Planteó que reconocer las formas, las
magnitudes y los colores, en unión a la adquisición de la lengua materna,
constituye el contenido principal de las acciones y los juegos programados para
los niños. (Cuellar, et. al. 2017, p. 121)
La forma de la esfera es para
Froebel, el elemento geométrico que contiene a los demás, partiendo de esto,
crea juguetes didácticos que van construyendo formas geométricas para despertar
la creación del niño. El aporte del pedagogo es más fructífero, porque no solo
es un método que se marca en el ideario ya trazado, sino, porque constituye una
nueva cultura material que se ubica en tres fundamentos; en el espacio que se
debe dedicar al ámbito de la enseñanza, los mobiliarios para el uso de los
niños y el material escolar.
Conclusiones
La evolución educativa se ha
gestado en el discurrir de los siglos. Los aportes están precisados en la
intención de generar el bienestar de la humanidad, por ello sus más grandes
representantes plasmaron conceptos teóricos y prácticos que forman los
cimientos de la educación actual. Sin
embargo, en el comparado de los aportes y su situación actual se puede
observar: los nuevos métodos educativos se
encuentran reformulados desde la perspectiva de los cimientos de la educación
que se origina en la naturaleza y el humanismo. La ocurrencia de una débil
práctica de la disciplina, propicia una frágil autonomía y formación del
educando. Además, la falta de conocimientos desde la filosofía le niega al niño
la posibilidad de conocerse en su esencia de ser y cuál es su propósito en la
vida. También, está relegada la formación de un proyecto educativo acorde a la
nación, que vista en su real dimensión no se contrapone al conocimiento del
mundo actual.
Se
ha visto que los modelos pedagógicos y construcciones teóricas educativas que
se desprenden desde siglos anteriores son fundamentos de las nuevas
proposiciones educativas, pues, aunque con diferentes formas permanecen
vigentes en el ideario del sistema educativo. Sin escatimar la importancia de
renovadas propuestas educativas y pedagógicas que fueron surgiendo después, es
necesario volver a replantear los fundamentos educativos en aspectos tan
esenciales como la disciplina y el conocimiento del hombre como parte de un
todo. También se puede decir, que la educación necesita ser generada a partir
de ideales que permitan preservar la supervivencia no solo del hombre, sino de
la vida misma.
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