lunes, 26 de agosto de 2019

LA DESIGUALDAD ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER. 1



Breve esbozo en 4 partes.

  EL INICIO


     ¿Se imagina cómo se empezó a gestar la desigualdad entre el hombre y la mujer?
Como es que decidieron las formas de sobrevivir, y que determino la separación de labores parece ser el punto de partida de este problema. En la época primitiva el sexo y sus características biológicas era referente principal del hombre y la mujer, con sus diferencias específicas propias de cada anatomía, el aparato reproductivo femenino y masculino, su incidencia en la acción hormonal propia de cada sexo. El hombre dotado físicamente para la confrontación y la mujer preparada para preservar la especie, conformaron un binomio eficaz. La división de labores y la lucha por la supervivencia había empezado así, de forma natural.
     
     El transcurso de la evolución del ser humano en la época primitiva y a lo largo de toda su historia trae consigo cambios radicales en el entorno material y social que obliga a normas o principios que se fueron institucionalizando paulatinamente en nombre del progreso. Sin embargo, convenientemente para el hombre a través del tiempo y del paso de diferentes sistemas sociales se conserva solapadamente la primitiva inicial separación de labores que dio comienzo a la exitosa sociedad hombre-mujer.
la religión creo un estigma en la mujer.
 Salomé pidió la cabeza de Juan 
el Bautista
 en una bandeja de plata
      
Se establece entonces, de forma natural, que la construcción histórica de la sociedad partía del pensamiento y práctica social, luego política y jurídica; ennobleciendo las características biológicas y anatómicas del hombre como supremo líder, confiriéndole derechos únicos por naturaleza y colocando a la mujer “por debajo en virtud de sus diferencias sexuales traducidas convenientemente en “debilidades biológicas”.(Gonzales, 2017: 110)
       
     Se dice que la historia fue escrita por los hombres y para los hombres, la mujer queda marginada ignorada, y silenciosa, configurándose una visión sesgada de la vida, las relaciones sociales y el devenir hist
órico. El aporte de la mujer en la sociedad se encontraba negada, apareciendo solamente el hombre como sujeto histórico, la mujer no existía como expresión colectiva y cultural de la humanidad. En la historia, no se les consideraba objeto revolucionario, transformadora de realidades o sujetos activos de cambios, su presencia se manifestaba con un manto irreal de seres malignos, quedando plasmada en el ideario común de la población, la literatura y religión, como seres generadores de catástrofes y angustias. Confinadas a labores domésticas, el cuidado del hombre y la familia “…durante más de 2.500 años, las mujeres se han encontrado en una situación de desventaja educativa y se las ha privado de las condiciones para crear un pensamiento abstracto…” (Lerner, 1985: 323)




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