UNA INOLVIDABLE LECCION
La violencia en algunos colegios sigue la ley de la calle, nadie se compra problemas ajenos. somos complices de la maldad.
En este contexto, también se manifiestan los mas sublimes sentimientos de amor al prójimo. Puedo afirmar, que existen seres, que nos devuelven la fe en la vida. que son capaces de enfrentar las peores situaciones solo con el afán de ayudar y proteger. Con eso que llamamos fortaleza espiritual.
Los agresores, son justificados por sus padres, y los profesores, somos indolentes al permitir que siga sucediendo estos abusos.
Esto sucedía con el 4to E, del colegio de secundaria del cual soy profesora de matemáticas. Un grupo de alumnos era el tormento de acongojados profesores y alumnos.
Un día al
entrar al salón, sorprendí a un grupo de alumnos golpeando a un
compañero llamado Miguel, ellos querían hacerlo ver como un juego.
Percibí que algo no estaba claro. Luego, me entere que este grupito de grandulones
abusivos me habían preparado una de sus tantas gracias; llenaron de
chinches mi silla. Pero,momentos antes que yo ingresara, el valiente
alumno las retiró, esto desato la ira de los vándalos que la
emprendieron a golpes contra el frágil muchacho.
Este
acontecimiento me emocionó tanto que sentí vergüenza de mi pobre
actitud respecto a las acciones de rechazo y violencia encubierta de
parte de estos muchachos bizarros.
Mis demás
colegas, contaban muchas historias odiosas, donde se evidenciaba la
agresividad de estos jóvenes contra sus maestros y compañeros de clase.
También tenían muy en claro que en ese salón había un valiente muchacho
que nos dio una gran lección
Francisco, nuestro paladín era un chiquillo de mediana estatura, de mirada recta y de comflexion
delgada . Dispuesto a intervenir cuando el abuso rayaba en la
maldad y todos volteaban la cara en la complicidad marcada por el
miedo. Tenia la enteresa
de enfrentarse con los mas fieros del salón cuando estos se ensañaban
vilmente con el mas desprevenido. Fue mas el valor que tenia, a el
temor de lidiar con sus cancerveros.
Soportaba estoicamente el acoso y cuando no cabía mas remedio agarrarse
a golpes con sus verdugos. Tanta fue su valentía que algunos
compañeros y profesores tuvieron que respaldarlo en esta cobarde y
desigual lid, logrando amortiguar a estos perversos a lo largo de sus
años de estudios.
Para cuando llego el turno, los
profesores lo elegimos el mejor alumno de toda su promoción de cinco
aulas. Estaba entre los mejores promedios. El concenso
era unánime; nadie tuvo nada que objetar. Se gano el respeto de todos
sus compañeros, dio el discurso de fin de año. Sus palabras fueron muy
emotivas, con esa firmeza que tienen pocos hombres, con la hidalguía
que le da el derecho de ser el mejor de su promoción . Un padre de
familia se emociono tanto que se acerco a los padres de Miguel, para
felicitarlos y para decirles que este joven representa al hombre que
toda nación necesita , sentía que no todo estaba perdido , que todavía
podíamos soñar con un mundo mejor.
En los momentos mas difíciles de mi
carrera, cuando mi fe se resquebraja ,siempre me acuerdo de él. Con la
esperanza que existan muchos jóvenes parecidos, capaces de enfrentar
los vaivenes de la vida, siempre valientes, siempre con la voluntad
inquebrantable. Con ese sentir que ya estamos olvidando los afligidos de
este mundo virtual.
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